En una mañana calurosa de sábado, emprendimos la ruta de las lagunas para nuestro Observatorio de Aves en Chiclana. Fue una experiencia muy bonita, no exenta de barro y vegetación exhuberante que proporcionó alguna que otra dificultad. Pero los problemas del camino no son nada comparado con la ilusión de ver de cerca a la focha moruna, al martinete o al avefría. Pudimos observar muchas especies de aves y respirar los aromas de una primavera avanzada en la que el agua de los meses precedentes ha dado paso a un arco iris de colores que deja boquiabierto a cualquiera que se deje llevar por la belleza de esta naturaleza.
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